viernes, 4 de junio de 2010

LOS RETRATOS DE EL-FAYUM

Los retratos de El-Fayum

¿Qué son los retratos de El Fayum?

Son unos retratos realizados entre los siglos I, II y III d.c., sobre tabla y tela de lino, y principalmente con dos técnicas: la encáustica, pinturas a la cera, y al temple, pinturas con aglutinantes proteicos, de origen animal como el huevo, o la cola de huesos. Dichos retratos sobre tabla se colocaban sobre la cara del fallecido, envolviéndolos junto a las momias o colocándolos sobre los sarcófagos de madera. En ocasiones era una tela de lino la que se pintaba, como se hace en los actuales lienzos, pero sin bastidor, para así envolver al cadáver con ella.

El Fayum es una provincia de Egipto, a unos 70 Km al sudeste del Cairo, al margen oriental del desierto Líbico. El nombre de El Fayum viene de efiom que significa en copto “el lago.” Es un gran oasis con un lago en el centro, llamado por los Antiguos egipcios Moeris, y alimentado por agua del Nilo desde el canal de José: Bahr Yussef, construido por los faraones de la XII dinastía. Ahora sus aguas son saladas, pero en la Antigüedad no. Irrigaba los alrededores y permitía que hubiese en la zona gran cantidad y variedad de cultivos, lo que permitió la prosperidad económica de la zona.
En la Antigüedad su capital se llamaba Per-Sobek (Casa de Sobek, el dios cocodrilo), y después en época ptolemaica se llamaría Cocodrilópolis y posteriormente, en época romana, Arsínoe.
Como curiosidad, en la ciudad de Hawara capital actual de El-Fayum se encuentra un edificio de la Antigüedad, ahora desaparecido, denominado “el Laberinto”, que describieron Herodoto, Estrabón y Plinio el Viejo entre otros.

En ésta zona, en ésa época (Siglos I, II y III d.c.) la sociedad estaba compuesta por egipcios que aún conservaban su religión y sus complejas costumbres funerarias, por gente de origen griega, que desde la implantación de la dinastía Ptolemaica eran parte integrante de la sociedad Egipcia sobre todo en la zona del Delta, y romanos, los nuevos dirigentes.
Por ésta mezcla de culturas, a cual más interesante, los Retratos de El Fayum son el crisol en donde se fusionaron rasgos culturales, sociológicos, religiosos y, lo que más nos interesa en éste caso, artísticos del momento:

- Los egipcios tenían la costumbre desde época predinástica (3.000 a.c.) de enterrar a sus difuntos (sobre todo al rey), momificado, esto es preparado con sustancias y técnicas que lo preservaran de la corrupción, en sarcófagos que desde el Imperio Antiguo, tenían, en un principio la representación idealizada del muerto, y hacia el Imperio Nuevo, el retrato del mismo, buscando el parecido.
Los productos usados para que el cuerpo no se corrompiera ayudaron a su vez a las maderas que resistieron el ataque de hongos y xilófagos, ayudados también por la sequedad de la arena del desierto. La creencia de los egipcios en que debía conservarse el cuerpo del difunto para que el alma tuviese una morada eterna, también influyó en el desarrollo de la representación artística, que además de pretender ser lo más parecida al difunto fuese lo mas duradera posible, por lo que se elegían técnicas muy estables.

- Los griegos siguiendo sus propios criterios artísticos, persiguieron en sus creaciones plásticas la mayor cercanía a la naturaleza posible, desde dos perspectivas:
- Una la platónica, que consideraba la realidad como una sombra del verdadero mundo de las Ideas, por lo que los artistas debían encontrar la belleza a través del intelecto, de los números (por ejemplo el cánon), y sólo fijarse en la realidad para de ella deducir sus leyes internas. Los más afines a ésta tendencia fueron los de la escuela de Sición, que realizaban pinturas que podríamos asociar con el futurismo o el cubismo.

- La otra, podríamos asociarla a Aristóteles, sería la que sí querría plasmar la realidad de forma realista naturalista, lo que algunos filósofos y autores de la Antigüedad llamarían Phantasmas o Skiagrafías, pinturas de apariencia o de sombras respectivamente.
Lo que se pretende es recrear la realidad como se percibe. Estos autores, en su mayoría de la escuela de Atenas, se podrían parecer a los impresionistas.
En época macedónica autores como Nicias, Nicómaco y Apeles consiguieron alcanzar calidades plásticas comparables con las del renacimiento italiano (o incluso con las grandes figuras del barroco), y llevaron a las técnicas y a los procedimientos pictóricos a su máxima expresión. Herederos de todos estos conocimientos fueron los artistas helenistas que trabajaron en los alrededores del delta del Nilo, entre los que se encontraban los del Fayum. Cerca tenían la biblioteca de Alejandría, que no sólo era biblioteca sino que también fue Pinacoteca, (así como Museo de Ciencias Naturales, de Escultura, y lo que en el XVIII se llamó “Gabinete de Curiosidades”). En ella los egipcios de los siglos I a.c. y I, II y III d.c. pudieron contemplar las grandes obras de los pintores griegos y de la corte Macedónica de los siglos IV y V a.c. como nosotros contemplamos a Velázquez o a Goya en el Museo del Prado. Estas influencias se recogen en estos extraordinarios retratos de momia.

"Galería de cuadros de la Antigüedad"
Sir Lawrence Alma Tadema

Los romanos por su parte aportaron algo muy importante también: su costumbre religiosa de veneración de los antepasados en forma de fieles retratos de los mismos (las imágines maiorum). Ello permitió que éstos ciudadanos del Imperio se hicieran el retrato en vida y muy probablemente lo expusieran en casa hasta que llegara la triste hora de usarlo en los funerales. Por otro lado, las modas y costumbres romanas en cuanto a vestimentas joyería y peinados, ayudan mucho a los historiadores y arqueólogos para fecharlos y conocer más sobre ésta lejana sociedad.

Se conocía la existencia de éstas momias desde el siglo XVII ya que Petro Della Valle, viajero italiano, hace referencia a ellas en 1615. En el siglo XIX circularon por toda Europa y todos los museos del mundo querían adquirir uno de éstos fabulosos ejemplos de pintura de la Antigüedad.
Sería Petrie (Sir William Matthew Flinders Petrie) el que en 1880 realizara la excavación sistemática de la zona, descubriendo muchos ejemplares, los cuales están repartidos entre el British y el Museo que lleva su nombre en Londres (en Malet Place).

La importancia de éstos ejemplos de la pintura de la Antigüedad reside en su rareza: son el único ejemplo de pintura de caballete que tenemos de época griega, helenística, o romana. Son los únicos que nos pueden decir algo sobre las técnicas y los procedimientos y los logros plásticos de aquellos artistas que fueron tan famosos o más que sus contemporáneos escultores, pero de los que no tenemos ni una sola de sus obras, si acaso alguna copia de ellas en pintura mural o mosaico.

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